Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Cuando los hombres son amigos no han menester de justicia; pero, aunque los hombres sean justos, han de menester de amistad.
De todas las variedades de la virtud la generosidad es la mas estimada.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos.
La educación es un ornamento en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
La esperanza es el sueño del hombre despierto.