Bienaventurados nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos.
El amor es como el fuego. Ven antes el humo los que están fuera... que las llamas los que están dentro.
La admiración no interroga nunca; con admirar comprende.
Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?