Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime.
Con la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los miserables, aumentan los discursos del general, y crece el silencio de los hombres.
El regalo más grande que le puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida.
La radio sería el más fabuloso aparato de comunicación imaginable de la vida pública, un sistema de canalización fantástico, es decir, lo sería si supiera no sólo transmitir, sino recibir, por tanto, no solamente hacer oir al radioescucha, sino también hacerle hablar. > B. Bretch
Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era; después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista; luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importo. Ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde.