Cuando los hombres llevan en la mente un mismo ideal, nada puede incomunicarlos, ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios, porque un mismo recuerdo, una misma alma, una misma idea, una misma conciencia y dignidad los alienta a todos.
La política es la consagración del oportunismo de los que tienen medios y recursos.
Las ideas no necesitan ni de las armas, en la medida en que sean capaces de conquistar a las grandes masas.