Al éxito y al fracaso, esos dos impostores, trátalos siempre con la misma indiferencia.
La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé. Sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.
Si encomiendas a un hombre más de lo que puede buenamente hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que buenamente puede hacer, no lo hará.