Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.
El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella.
Hay placer en los bosques sin senderos, hay éxtasis en una costa solitaria. Está la soledad donde nadie se inmiscuye, por el océano profundo y la música con su rugido: No amo menos al hombre pero si más a la naturaleza.
La amistad puede ascender a amor, y a menudo lo hace, pero el amor nunca desciende a amistad.
La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestaré a todos.