A una inteligencia pervertida, cualquier cosa la corrompe.
Aprender es lo correcto, aunque sea del enemigo.
Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas si están quedas.
El arbusto más espinoso ofrece a menudo suaves rosas.
La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.