El hombre que no piensa sino en vivir, no vive.
La alegría del alma forma los días más bellos de la vida en cualquier época que sea.
La belleza de la mujer se halla iluminada por una luz que nos lleva y convida a contemplar el alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bella como ésta, es imposible no amarla.
Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.
Solo sé que no sé nada, pero sé más de aquellos que dicen saberlo todo.