El de padre es un oficio que nadie puede enseñar. Haces lo que puedes. Si no cargas a tus hijos con tus frustraciones, tus malas leches o tus desilusiones, ya haces mucho. Si piensas que los hijos son individuos independientes, con una proyección de de futuro intransferible, ya haces mucho por su educación.
El oficio de padre es jodido y no se aprende nunca, ni tan siquiera cuando se deja de ejercer. Juegas con un material tan sensible que es muy difícil que el aleccionamiento sirva de algo.
Tuve una infancia rodeada de cariño. ¿De qué reíamos tanto? No lo sé, cuando la gente ríe no hace falta que haya temas, es que le ríe el corazón y tiene buena salud mental. Se ríe y basta.