Las mentiras más crueles son dichas en silencio.
Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite.
Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida.
Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.