Ya Pío XII afirmaba que es lícito suprimir el dolor por medio de narcóticos, a pesar de tener como consecuencia limitar la conciencia y abreviar la vida (Encíclica Evangelium vitae).
Sólo existe una forma de felicidad, que es dejar de preocuparnos por aquellas cosas que estén más allá del poder de nuestro deseo.
Dichoso el hombre que ha encontrado la sabiduría y el hombre que alcanza la prudencia; más vale su ganancia que la ganancia de plata, su renta es mayor que la del oro. Más preciosa es que las perlas, nada de lo que amas se le iguala. Largos días a su derecha, y a su izquierda riqueza y gloria. Sus caminos son caminos de dulzura y todas sus sendas de bienestar. Es árbol de vida para los que a ella están asidos, felices son los que la abrazan.