Todos los infortunios de los hombres derivan una sola cosa: no saber quedarse tranquilos en una habitación.
No pasa nada mientras estás sentado en casa. Siempre que puedo me gusta llevar una cámara conmigo a todos los lados. Así puedo disparar a lo que me interesa en el momento preciso.
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.