Tal vez el mejor adorno de navidad es una gran sonrisa.
La costumbre hace ley.
Valgo más por lo que callo que por lo que digo.
Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.
Una colección de bayonetas no pueden detener una idea.
La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.
Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante.
La mujer se casa creyendo que el hombre cambiara. El hombre se casa creyendo que la mujer no cambiara. Ambos se equivocan.
Los buenos ratos hay que fabricarlos, porque los malos, llegan solos.
Los hombres somos como los restaurantes chinos empiezas con un rollo de primavera y acabas con un cerdo agridulce.
