A donde el corazón se inclina, el pie camina.
Cuando se reúnen los aduladores, el demonio sale a comer.
Del árbol del silencio pende el fruto de la seguridad.
Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.
Recuerda que el día en que naciste todos reían y tu llorabas; vive de tal manera que cuando mueras, todos lloren y tu rías.
Hace poco el que hace mucho pero no lo que debe hacer.
Nosotros no heredamos la tierra de nuestros ancestros; solo la tomamos prestada de nuestros hijos.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.